lunes, 23 de mayo de 2016

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Una granja se vendia el granjero le encargo a su amigo un poeta, que se encargue del cartel, en aquel el poeta ponía "magico lugar, con paraisos para llorar de felicidad, lagos del agua más pura que pueda imaginar y una cabaña en la que más de una vida querrá concretar con muchos días que le aseguro amará". El poeta se marchó pero luego de un tiempo volvió y al visitar la granja una sorpresa se llevó, ya que el dueño de siempre fue quien lo atendió, y al indagar sobre tal situación, el dueño sonrió y agradecido le dijo "sucede que lo hermoso estuvo siempre frente a mis ojos".

1 comentario:

  1. Lo bello siempre esta ante nuestros ojos, sólo necesitamos ver más allá de lo habitual.

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